¿Conoces la diferencia entre el sarro y la placa bacteriana?

A lo largo de nuestra dilatada trayectoria como clínica dental en Gipuzkoa hemos podido comprobar cómo la mayoría de los pacientes que acuden a realizar un tratamiento con nosotros, no tienen muy claro si el sarro y la placa bacteriana hacen referencia a la misma realidad. Aunque es cierto que estos problemas se encuentran directamente relacionados entre sí, hoy vamos a contarte cuál es la principal diferencia entre ambos.

La placa bacteriana

La placa bacteriana puede definirse como una especie de residuo pegajoso e incoloro que se deposita de forma constante sobre la superficie de las piezas dentales. Está formada por los restos de comida, el azúcar de algunos alimentos y la saliva, que combinados con otros minerales dan lugar a la formación de esta capa que ataca al esmalte dental y favorece la aparición de caries.

En el momento en el que comemos o mientras dormimos, se está generando placa bacteriana, de ahí la importancia de cepillar los dientes y pasar el hilo dental después de cada comida para evitar su formación en la medida posible. Solo una correcta higiene bucal puede garantizar que no se acumule una gran cantidad de placa bacteriana, ya que esta comienza a formarse entre las cuatro y doce horas posteriores a cada cepillado.

El sarro

Cuando la placa dental no se elimina habitualmente a través del cepillado, se endurece y da lugar al llamado sarro. Dicho de otra forma, podríamos decir que el sarro es la acumulación y endurecimiento de la placa bacteriana depositada sobre los dientes a lo largo del tiempo. Cuando se ha originado el sarro, este resulta imposible de remover a través de un cepillo dental y tendrá que ser eliminado por un dentista o un higienista durante el transcurso de una limpieza bucal.

El gran problema reside en que, mientras la placa ha ido derivado en sarro, se ha ido acumulando una gran cantidad de bacterias en la boca. Por eso, además de un problema estético que se aprecie a simple vista, estamos ante un importante riesgo para la salud bucodental que puede afectar de manera muy negativa a dientes y encías: la acumulación de bacterias causa daño al esmalte dental, favorece el desarrollo de caries y la aparición de enfermedades periodontales.

Para prevenir la aparición de ambos problemas resulta fundamental extremar la limpieza bucal, cepillándose los dientes después de ingerir alimentos y acompañando siempre este cepillado de hilo dental que elimine los restos de alimentos que puedan estar atrapados entre las piezas dentales.

Pero al margen, la revisión y la limpieza periódica serán determinantes para evitar una acumulación de placa que pueda traer problemas mayores, tanto desde el punto de vista estético como el de la salud. ¿Cuánto tiempo ha pasado desde tu última limpieza dental? Quizá haya llegado la hora de pasarte por nuestra clínica dental en Gipuzkoa. Te esperamos en Clínica Dental Silvia Miras Casasayas.